Recién llegados al supermercado, prácticamente se los quité de la mano al señor que estaba perchándolos. Esta variedad de porotos tan chiquitos, preciosos…a la olla! Como el día está soleado dije, ensalada!…Poco a poco se va nublando, cerrando el cielo, como que quiere llover. Me viene a la mente el recuerdo de los deliciosos porotos que hacía mi abuelita, un sustancioso plato de invierno. Eso si, es una adaptación de su receta porque no se si llevaba tocino; creo que un trozo grande de tocino ahumado al cocinarlos. Y me acordé de una historia mientras los preparo (estoy entre la compu y la cocina!). En Hungría se comía mucho tocino y tal era así, que cuando mis abuelos salieron de su país en busca de mejores días, llevaron nada mas y nada menos que tocino ahumado como moneda de cambio, entre otras cosas. Si, hacían trueque! El dinero no servía para nada. Como decía mi abuelita, podías tapizar las paredes de billetes.
Mis abuelos a la izquierda y mi papá a la extrema derecha
En la casa de mis abuelos no faltaba el tocino, los pimientos, la paprika y la crema agria, ingredientes básicos de la cocina húngara. El abuelito ahumaba el tocino que el mismo preparaba así como ahumaba el salmón que pescaba en el río. Había construido una pequeña caseta de madera para esos fines; estaba en el patio junto a la cocina y se podía ver y oler el humo que salía. Nunca entré, pero me imagino que colgaba el tocino y salmón indistintamente por algún tiempo hasta conseguir el punto. Y nada lo hacía tan felíz como vernos disfrutar con su comida.
Guiso de Porotos de la Abuelita
4 personas
Ingredientes1 tz de porotos remojados la noche anterior
Preparación
*Con los porotos rojos redondos queda muy rico y mas cremoso. |
Se ve super deliciosa la pondré en práctica excelente receta
🙂